Traza Traza

Àlex Jiménez

CEO de Nutcreatives

Fecha:

marzo 2024

Duración: 2 min

Entrevistador / a: Manu Bauzá

Texto: Alfons Pich

Concepto:

Proyecto de diseño interior
Prescripción de mobiliario
Instalación de mobiliario

Hay un número creciente de ciudadanos, consumidores y clientes que exigen transparencia

Traza

BRAND:
Sancal

NAME:
Next Stop

¿Cuál es la historia detrás de Nutcreatives?

Nutcreatives viene después de observar, allá por el año 2007-2008, que de la colaboración entre un diseñador y un ambientólogo -o lo que viene a ser lo mismo, entre sostenibilidad y diseño- surgían proyectos innovadores y unos resultados muy superiores a todos los niveles a los que se conseguían si las dos disciplinas trabajaban por separado. Esto además alineaba los proyectos que realizábamos con unos valores con los que nos sentíamos muy identificados. De una colaboración informal surgió una empresa que se ha convertido en lo que es Nutcreatives hoy.

Alex, eres diseñador, ingeniero y estás especializado en diseño urbano. ¿Qué tan importante es la multidisciplinariedad en tu práctica diaria para resolver retos?

El diseño urbano me queda un poco lejos, ya que no he ejercido demasiado ni pude acabar mis estudios en el tema (Nutcreatives me absorbía demasiado). Sin embargo el contexto ciudad me parecía y me parece esencial para mejorar nuestro impacto en el planeta. En cuanto a la multidisciplinariedad creo que directamente es la solución. Repensar nuestro modelo es un problema complejo, y por eso la solución nunca va a venir de una sola disciplina. Necesitamos absolutamente a todas las visiones remando en la misma dirección y aprendiendo a colaborar entre ellas, desde la ciencia, hasta la ingeniería, el diseño, la visión de negocio, la gestión pública e incluso la comunicación, ya que sin consumidores que entiendan lo que se les propone la cosa no funciona. Desde Nutcreatives siempre hemos visto esto como algo central en nuestro día a día y que aporta mucho valor, disfrutamos mucho de tener perfiles muy diversos y de colaborar con ellos.

Entendiendo que el miedo al cambio es uno de los principales obstáculos para crear una economía más inclusiva y sostenible, ¿cuál es vuestra receta para superar este temor invisible que enfrentan los clientes?

Explicándoles que si no cambias tú cambia tu contexto y te quedarás atrás. Hay un número creciente de ciudadanos, consumidores y clientes que exigen transparencia y que se mejoren los impactos que se producen, por no hablar de marcos regulatorios que son cada vez más estrictos y a los que hay que adaptarse. Hay además muchas iniciativas de todo tipo que proponen un modelo alternativo y están teniendo mucho éxito, cosa que demuestra que hacer las cosas bien no es un suicidio, sino que mejora los resultados.

¿Cuánto hay de técnica y cuánto de creatividad en vuestras soluciones? ¿Las nuevas tecnologías (IA, Impresión 3D, IoT) están desempeñando un papel positivo en el diseño y producción o están erosionando la imaginación a la hora de buscar respuestas?

Diría que es casi un 50-50. Necesitamos una base fuerte de conocimientos técnicos, de materiales, de impactos medioambientales, etc. y debemos ser capaces de encontrar soluciones a los retos que detectamos, y ahí la creatividad es clave. No creo en la tecnología como una solución automática a todos nuestros problemas, ni tampoco que vaya a destruir nuestras profesiones o nuestra manera de hacer. Todas esas tecnologías son herramientas con un potencial enorme, hay que entenderlas y tener criterio para saber cuál es la manera de integrarlas en nuestro día para que sumen en nuestro trabajo, sin que nos hagan perder el foco en los problemas que estamos intentando resolver.

Trabajáis habitualmente en proyectos de mobiliario tanto para espacios públicos como privados. ¿Cuál es vuestra visión de la industria actualmente y a qué retos de conversión se enfrenta?

Todos los sectores están en un momento de transformación, también el mobiliario. Va por barrios, pero noto un interés creciente en los espacios que habitamos y en cómo están amueblados, así que creo que el sector tiene margen de crecimiento. La circularidad aquí es un reto claro, también marcado por la UE, el porcentaje de muebles que acaban en un vertedero o incinerados es excesivo, entre un 80 y un 90% según algunos informes, y éste no es un porcentaje aceptable.

¿Qué opináis sobre las futuras legislaciones que serán cada vez más estrictas con los cálculos de impacto, con iniciativas como los pasaportes digitales para productos? ¿Creen que acelerarán el cambio en las distintas industrias o, por el contrario, generarán resistencia?

Son una buena noticia, aunque desde luego que será un proceso duro para algunas empresas adaptarse a ellas. En general cuando compramos un mueble, ropa o un electrodoméstico tenemos muy poca información sobre lo que estamos adquiriendo: el precio, su aspecto, algunos datos técnicos básicos y poco más. No sabemos cómo se ha fabricado, qué impacto ambiental genera, o de dónde viene, más allá de un «Made in» que da una información insuficiente. Hay que tender hacia modelos donde se ofrezca información de una forma justa y equilibrada a los consumidores, para que tomen las mejores decisiones de compra posibles.

Trabajáis en múltiples países. ¿Observáis diferencias de sensibilidad con el tema de la sostenibilidad? ¿Creen que hay algún mercado que esté liderando este cambio en la actualidad?

Hay países dónde todos sabemos que la exigencia de sostenibilidad es mayor al resto, centro Europa, Escandinavia… hay una parte cultural, otra por tener las necesidades básicas bien cubiertas y poder abrirse a otras preocupaciones. Esto lamentablemente no implica ni mucho menos que sean sociedades de impacto cero, pero sí que ponen el listón algo más arriba que el resto. Sin embargo lo importante es que esta transformación llegue a todas partes de la manera más justa posible. Seguro que de una forma todavía insuficiente, pero me encanta ver cómo se producen avances en países latinoamericanos o asiáticos, allí también hay quien está entendiendo que mejorando sus impactos se generan beneficios a todos los niveles.

¿Cuál es tu visión del greenwashing? ¿Crees que se está abusando del término ‘eco’ y que esto puede afectar a iniciativas como Nutcreatives que buscan un cambio genuino?

La sostenibilidad es un buen argumento de venta, y muchas empresas intentan aprovecharse de ello sin hacer las transformaciones necesarias. Eso es muy peligroso, porque para un consumidor es muy difícil distinguir lo que va en la línea correcta del greenwashing, con el resultado de que el término se ha viciado y sirve de poco. En general soy más partidario de explicar lo que se hace de la manera más transparente posible, sin necesidad de poner adjetivos como ecológico o sostenible, y que sea un consumidor informado quien decida si algo vale la pena o no.

¿Nos puedes desvelar el futuro de Nutcreatives durante los próximos meses? ¿En qué estáis trabajando?

Nos espera un año muy intenso! Si todo va bien saldrán al mercado complementos para el hogar que hemos diseñado, vamos a empezar en una guía sectorial de ecodiseño que nos han encargado, tendremos mucha formación y consultoría… y seguiremos desarrollando nuevas piezas para Suru, la nueva marca de mobiliario e iluminación en la que llevamos la dirección y el desarrollo de producto.

¿Cómo es tu relación con la naturaleza? ¿Tienes algún rincón favorito donde escapar de la ciudad?

Tengo que reconocer que soy más urbanita de lo que me gustaría. Sin embargo noto que cada vez necesito más escaparme a la naturaleza y que últimamente los árboles me cargan las pilas mucho más que los edificios, ¡la edad supongo! Sin ir más lejos en Barcelona tenemos Collserola, un pulmón verde precioso que todos deberíamos conocer y cuidar, y al que a menudo hemos dado la espalda. El reto es conseguir que zonas como Collserola tengan la mejor salud posible y que colonicen la ciudad, y no al revés.

¿Cuál es la historia detrás de Nutcreatives?

Nutcreatives viene después de observar, allá por el año 2007-2008, que de la colaboración entre un diseñador y un ambientólogo -o lo que viene a ser lo mismo, entre sostenibilidad y diseño- surgían proyectos innovadores y unos resultados muy superiores a todos los niveles a los que se conseguían si las dos disciplinas trabajaban por separado. Esto además alineaba los proyectos que realizábamos con unos valores con los que nos sentíamos muy identificados. De una colaboración informal surgió una empresa que se ha convertido en lo que es Nutcreatives hoy.

Alex, eres diseñador, ingeniero y estás especializado en diseño urbano. ¿Qué tan importante es la multidisciplinariedad en tu práctica diaria para resolver retos?

El diseño urbano me queda un poco lejos, ya que no he ejercido demasiado ni pude acabar mis estudios en el tema (Nutcreatives me absorbía demasiado). Sin embargo el contexto ciudad me parecía y me parece esencial para mejorar nuestro impacto en el planeta. En cuanto a la multidisciplinariedad creo que directamente es la solución. Repensar nuestro modelo es un problema complejo, y por eso la solución nunca va a venir de una sola disciplina. Necesitamos absolutamente a todas las visiones remando en la misma dirección y aprendiendo a colaborar entre ellas, desde la ciencia, hasta la ingeniería, el diseño, la visión de negocio, la gestión pública e incluso la comunicación, ya que sin consumidores que entiendan lo que se les propone la cosa no funciona. Desde Nutcreatives siempre hemos visto esto como algo central en nuestro día a día y que aporta mucho valor, disfrutamos mucho de tener perfiles muy diversos y de colaborar con ellos.

Entendiendo que el miedo al cambio es uno de los principales obstáculos para crear una economía más inclusiva y sostenible, ¿cuál es vuestra receta para superar este temor invisible que enfrentan los clientes?

Explicándoles que si no cambias tú cambia tu contexto y te quedarás atrás. Hay un número creciente de ciudadanos, consumidores y clientes que exigen transparencia y que se mejoren los impactos que se producen, por no hablar de marcos regulatorios que son cada vez más estrictos y a los que hay que adaptarse. Hay además muchas iniciativas de todo tipo que proponen un modelo alternativo y están teniendo mucho éxito, cosa que demuestra que hacer las cosas bien no es un suicidio, sino que mejora los resultados.

¿Cuánto hay de técnica y cuánto de creatividad en vuestras soluciones? ¿Las nuevas tecnologías (IA, Impresión 3D, IoT) están desempeñando un papel positivo en el diseño y producción o están erosionando la imaginación a la hora de buscar respuestas?

Diría que es casi un 50-50. Necesitamos una base fuerte de conocimientos técnicos, de materiales, de impactos medioambientales, etc. y debemos ser capaces de encontrar soluciones a los retos que detectamos, y ahí la creatividad es clave. No creo en la tecnología como una solución automática a todos nuestros problemas, ni tampoco que vaya a destruir nuestras profesiones o nuestra manera de hacer. Todas esas tecnologías son herramientas con un potencial enorme, hay que entenderlas y tener criterio para saber cuál es la manera de integrarlas en nuestro día para que sumen en nuestro trabajo, sin que nos hagan perder el foco en los problemas que estamos intentando resolver.

Traza

BRAND:
Sancal

NAME:
Next Stop

Trabajáis habitualmente en proyectos de mobiliario tanto para espacios públicos como privados. ¿Cuál es vuestra visión de la industria actualmente y a qué retos de conversión se enfrenta?

Todos los sectores están en un momento de transformación, también el mobiliario. Va por barrios, pero noto un interés creciente en los espacios que habitamos y en cómo están amueblados, así que creo que el sector tiene margen de crecimiento. La circularidad aquí es un reto claro, también marcado por la UE, el porcentaje de muebles que acaban en un vertedero o incinerados es excesivo, entre un 80 y un 90% según algunos informes, y éste no es un porcentaje aceptable.

¿Qué opináis sobre las futuras legislaciones que serán cada vez más estrictas con los cálculos de impacto, con iniciativas como los pasaportes digitales para productos? ¿Creen que acelerarán el cambio en las distintas industrias o, por el contrario, generarán resistencia?

Son una buena noticia, aunque desde luego que será un proceso duro para algunas empresas adaptarse a ellas. En general cuando compramos un mueble, ropa o un electrodoméstico tenemos muy poca información sobre lo que estamos adquiriendo: el precio, su aspecto, algunos datos técnicos básicos y poco más. No sabemos cómo se ha fabricado, qué impacto ambiental genera, o de dónde viene, más allá de un «Made in» que da una información insuficiente. Hay que tender hacia modelos donde se ofrezca información de una forma justa y equilibrada a los consumidores, para que tomen las mejores decisiones de compra posibles.

Trabajáis en múltiples países. ¿Observáis diferencias de sensibilidad con el tema de la sostenibilidad? ¿Creen que hay algún mercado que esté liderando este cambio en la actualidad?

Hay países dónde todos sabemos que la exigencia de sostenibilidad es mayor al resto, centro Europa, Escandinavia… hay una parte cultural, otra por tener las necesidades básicas bien cubiertas y poder abrirse a otras preocupaciones. Esto lamentablemente no implica ni mucho menos que sean sociedades de impacto cero, pero sí que ponen el listón algo más arriba que el resto. Sin embargo lo importante es que esta transformación llegue a todas partes de la manera más justa posible. Seguro que de una forma todavía insuficiente, pero me encanta ver cómo se producen avances en países latinoamericanos o asiáticos, allí también hay quien está entendiendo que mejorando sus impactos se generan beneficios a todos los niveles.

¿Cuál es tu visión del greenwashing? ¿Crees que se está abusando del término ‘eco’ y que esto puede afectar a iniciativas como Nutcreatives que buscan un cambio genuino?

La sostenibilidad es un buen argumento de venta, y muchas empresas intentan aprovecharse de ello sin hacer las transformaciones necesarias. Eso es muy peligroso, porque para un consumidor es muy difícil distinguir lo que va en la línea correcta del greenwashing, con el resultado de que el término se ha viciado y sirve de poco. En general soy más partidario de explicar lo que se hace de la manera más transparente posible, sin necesidad de poner adjetivos como ecológico o sostenible, y que sea un consumidor informado quien decida si algo vale la pena o no.

¿Nos puedes desvelar el futuro de Nutcreatives durante los próximos meses? ¿En qué estáis trabajando?

Nos espera un año muy intenso! Si todo va bien saldrán al mercado complementos para el hogar que hemos diseñado, vamos a empezar en una guía sectorial de ecodiseño que nos han encargado, tendremos mucha formación y consultoría… y seguiremos desarrollando nuevas piezas para Suru, la nueva marca de mobiliario e iluminación en la que llevamos la dirección y el desarrollo de producto.

¿Cómo es tu relación con la naturaleza? ¿Tienes algún rincón favorito donde escapar de la ciudad?

Tengo que reconocer que soy más urbanita de lo que me gustaría. Sin embargo noto que cada vez necesito más escaparme a la naturaleza y que últimamente los árboles me cargan las pilas mucho más que los edificios, ¡la edad supongo! Sin ir más lejos en Barcelona tenemos Collserola, un pulmón verde precioso que todos deberíamos conocer y cuidar, y al que a menudo hemos dado la espalda. El reto es conseguir que zonas como Collserola tengan la mejor salud posible y que colonicen la ciudad, y no al revés.

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